Vídeo presentación

[Este recurso forma parte de los materiales preparatorios de la intervención que se celebra el día 21 de noviembre de 2023, en Bogotá, en el marco del canal TV UNAD VIRTUAL, bajo el auspicio de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD), Colombia.]
[Fragmento]

Entre los años 1960 y 1961, y justo antes de su repentina desaparición, en los cursos Husserl aux limites de la phénoménologie[1] y Philosophie et non-philosophie depuis Hegel[2], Maurice Merleau-Ponty expondrá su personal concepción sobre el pensamiento del maestro. Dos textos tardíos, pero fundamentales en la etapa final de Husserl, pondrán de relieve la extraña concordancia de los intereses de ambos en los últimos años de sus vidas: L´origine de la géométrie, anexo III de la Krisis[3] del año 1932, publicado por Eugen Fink en 1939, y un texto de 1934, publicado por Martin Farber en 1940, Umsturz der kopernikanischen Lehre in der gewöhnlichen weltanschaulichen Interpretation. Die Ur-Arche Erde bewegt sich nicht. Grundlegende Untersuchungen zum phänomenologischen Ursprung der Köperlichkeit der Räumlichkeit der Natur in ersten naturwissenschaftlichen Sinne. Alles notwendige Anfangsuntersuchungen[4]. Merleau-Ponty mostrará un especial interés por estos dos trabajos, y el curso de 1960 girará en torno a las potentes intuiciones que Husserl expondrá en ellos[5].

Tan sólo un año antes, coincidiendo con el centenario del nacimiento de Husserl, y mientras Eugen Fink presentaba su importante aportación «La filosofía tardía de Husserl en la época de Friburgo», en el nº 4 de «Phaenomenologica», bajo la dirección de Van Breda y Taminiaux, nuestro autor publicará su artículo «Le philosophe et son ombre»[6]. En sus líneas se advertirá la efectividad propia de la fenomenología y de sus propias y primitivas intenciones, recordando el planteamiento inicial que ya aparecía en Ideen II:

«Quand on dit que la chose perçue est saisie “en personne” ou “dans sa chair” (leibhaft), cela est à prendre à la lettre: la chair du sensible, ce grain serré qui arrête l´exploration, cet optimum qui la termine reflètent ma propre incarnation et en sont la contrepartie. Il y a là un genre de l´être, un univers avec son “sujet” et son “objet” sans pareils, l´articulation de l´un sur l´autre et la définition une fois pour toutes d´un “irrélatif” de toutes les “relativités” de l´expérience sensible, qui es “fondement de droit” pour toutes les constructions de la connaissance»[7].

Este “irrelativo” de todas las “relatividades” abrirá el paso a la efectividad de los niveles de experiencia en su dimensión “vertical”, a un pensamiento comprometido con la experiencia antepredicativa, que exige recuperar y prolongar un saber anónimo y pre-categorial[8]. Se tratará en definitiva de un modelo de pensamiento que, tal como definirá Merleau-Ponty en el curso del lunes de 1961, operará en lo imaginario, o más bien en la Phantasia, puesto que se considerará a sí mismo como su expresión y, por consiguiente, jamás se separará de él. Cuando el pensamiento interrogue radicalmente de esta forma hará posible una «filosofía de la no-filosofía».

En efecto, en 1961, a escasos días de su desaparición, Merleau-Ponty hablará de la filosofía como de una «no-filosofía»[9]. Ya en 1959, en su mencionado artículo «Le philosophe et son ombre», nuestro autor advertía que Husserl había planteado esta cuestión en la exploración de la arquitectónica que configura los diferentes niveles de la experiencia, capas escalonadas (couches étagées), y cuya estructura no puede ser de por sí eidética, puesto que la propia Filosofía aparece como un modo de institucionalización simbólica en uno de esos niveles. Entre las “capas profundas” y las “capas superiores” de la constitución situará esa singular relación de Selbstvergessenheit (olvido de sí mismo), tematizada por Schopenhauer[10], que ya Husserl había avistado en Ideen II, y que Merleau-Ponty situará, siguiendo a Kant, en un «Logos du monde esthétique»[11].

Las vivencias de la conciencia estarán siempre, explícita o implícitamente, aprehendidas en el tejido extremadamente complejo de un doble encadenamiento: “horizontal”, conforme a lo que constituye la coherencia (racional) de la vida de la conciencia, y “vertical”, según el cual no habrá vivencia que no implique una base y un fundamento (Fundament) sobre el que se edifique toda la profundidad y estratificación de la experiencia[12]. La Filosofía, como institución simbólica racional, en su dimensión meramente horizontal, se habrá vuelto impositiva. Será un pensamiento de survol, una instancia de sobrevuelo que impone el sentido, ya sea desde un supuesto Ser en el límite superior, ya sea desde unas condiciones trascendentales de posibilidad, o ya sea desde un límite inferior, desde los datos como realidades últimas.

Tal “Filosofía” vivirá sobre todo en el pasado, fósil y estancada como una historia de la filosofía. La no-filosofía será, en las palabras de Merleau-Ponty en la preparación del curso del 6 de marzo de 1961, «la filosofía verdadera»[13], es decir, una filosofía de la experiencia que se da entre las diferentes couches étagées (estratos escalonados), intencionalidades que no pueden adecuarse a un espíritu constituyente universal y cuya articulación es no-eidética. Esta no-filosofía será únicamente posible, o bien como “luz negra” de la fenomenología, capaz de exhibir todo lo que queda oculto y encubierto por la antesala del eidos, y que parece quedar fuera de todo orden simbólico, o bien como el hermano bastardo del inmenso y razonado desarreglo, dérèglement, de todos los sentidos: el Arte. Se tratará, pues, de una filosofía negativa que deberá entenderse, tal como posteriormente insinuará el propio Jan Patoĉka en sus ya célebres ensayos[14], como una «a-filosofía». En esto, Merleau-Ponty será concluyente al recordar en el citado curso del lunes, en el Collège de France, este locus classicus o fragmento clave:

«Il s’agit d’une philosophie qui veut être philosophie en étant non-philosophie, d’une «philosophie négative» (au sens de «théologie négative»), qui s’ouvre accès à l’absolu, non comme «au-delà», second ordre positif, mais comme un autre ordre qui exige l’en-deçà, le double, n’est accessible qu’à travers lui-la vraie philosophie se moque de la philosophie, est a-philosophie»[15].

El interés de nuestro autor por esta «a-filosofía» nos anticipará el giro inesperado que la fenomenología dará a partir del año 1966, con la aparición de la edición por la Husserliana de las investigaciones sobre la Síntesis Pasiva[16], y de otros textos como la Fenomenología de la Intersubjetividad[17] de 1973, los pasajes de las lecciones de 1907 sobre Cosa y Espacio[18], editadas también en el año 1973, o Phantasia, conciencia de imagen y recuerdo[19] de 1980, y un largo etcétera[20]. Si bien Merleau-Ponty no podrá conocer la mayoría de estas ediciones, sin embargo habrá sido capaz de intuir el despliegue implícito en el pensamiento de Husserl: el recorrido “vertical”, de ida y vuelta, entre las regiones de lo Visible y de lo Invisible. El sentido auténtico de la fenomenología, tal como nos describirá Renaud Barbaras en su ensayo sobre la ontología de Merleau-Ponty[21], será la tentativa de llevar la experiencia muda a la expresión pura de su propio sentido, desarrollando una parte de no-filosofía, un orden que se resiste a la conciencia constituyente.

Aunque el término «no-filosofía»[22], acuñado como tal, no apareciese más que discretamente mencionado en sus últimos cursos[23], sin embargo, la extensión y radicalidad de su significado teórico comenzará a exhibirse desde el inicio de sus planteamientos fenomenológicos. De este modo, la verdad de la fenomenología residirá en el lugar mismo de sus límites, en el confín mismo de su “sombra”, donde comienza su relación con la «a-filosofía», o con la «no-filosofía». Esta “sombra” hará referencia a tres umbrales muy significativos, y que Merleau-Ponty habrá puesto al descubierto, llevando al límite el programa de la fenomenología de Husserl, en cuanto filosofía de la experiencia que se da necesariamente entre estratos resonantes. En primer lugar, tal “sombra” hará referencia al eco persistente de ambos pensadores tras el cruce teórico de sus herencias inconclusas, en el advenimiento de una nueva concepción fenomenológica de la filosofía. En segundo lugar, su fulgente oscuridad nos traerá la noticia del umbral de acceso a la «no-filosofía» en los límites de un ascenso vertical de la reducción. En tercer lugar, este subumbrare será el testimonio de la zona o región a la que, por una u otra causa, no llega la actividad constituyente del “yo”, delimitando la patencia de un límite, de un final y de un comienzo, de un origen que procede de la cesación de las luces y que tiene su comienzo en una nueva penumbra: un en-deça y un au-delà.

Si tras el giro copernicano, el pensamiento de Kant determinó la primera inversión trascendental, la fenomenología, como “luz oscura” de la no-filosofía, habrá dispuesto con la máxima claridad esta segunda inversión: la inversión entre el Ser y el Fenómeno. Mientras el Ser se refugiará en la estabilidad de lo Visible, la no-filosofía producirá un descentramiento que irá desde la identidad y la posicionalidad a la pluralidad y la indeterminación del Fenómeno. Merleau-Ponty será preciso al advertir que «La realidad es un tejido sólido»[24]. Lo que hay, eso que es lo Invisible, plural, no figurado e indeterminado, es la riqueza de la realidad que se va empobreciendo al contraerse por centramiento al territorio de lo Visible. La no-coincidencia y el inevitable sobreadvenimiento de este horizonte soberano e inaccesible dará primacía a la novedad y la imprevisibilidad de aquello que el propio Heidegger calificara de Impensado (das Ungedachte), o “sombra” que acompaña a todo pensamiento impositivo, a toda filosofía de la conciencia que desde el pasado sobrevuela como instancia de survol, imponiendo el sentido, en una Sinngebung capaz de dominar el mundo en vez de verse hundido en él.

[1] Merleau-Ponty, M. Husserl aux limites de la phénoménologie (curso del lunes, en el Collège de France, enero-mayo de 1960), notas de preparación de Merleau-Ponty, Biblioteca Nacional, volumen XVIII, 51 ff.; transcripción, presentación y anotaciones de Franck Robert, en Notes de cours sur L´origine de la géométrie de Husserl, seguido de Recherches sur la phénoménologie de Merleau-Ponty, bajo la dirección de Renaud Barbaras, P.U.F., París, 1998, pp. 11-92.

[2] Merleau-Ponty, M. Philosophie et non-philosophie depuis Hegel (curso del lunes, en el Collège de France, enero-mayo de 1961) notas de preparación de Merleau-Ponty, Biblioteca Nacional, volumen XX, 145 ff.; texto presntado por Claude Lefort en Textures, nº8-9, 1974, pp. 83-129 y nº10-11, 1975, pp. 145-173; recogido en Notes de cours 1959-1961, Gallimard, París, 1996, pp. 269-352 y en Annuaire du Collège de France, 61º año, 1961, p. 163.

[3] Husserl, E. Die Krisis der europäischen Wissenschaften und die transzendentale Phänomenologie, Einleitung in die Phänomenologische Philosophie, Editado por W. Biemel, Husserliana VI, Martinus Nijhoff, La Haya, 1969.

[4] Husserl, E. Umsturz der kopernikanischen Lehre in der gewöhnlichen weltanschaulichen Interpretation. Die Ur-Arche Erde bewegt sich nicht. Grundlegende Untersuchungen zum phänomenologischen Ursprung der Köperlichkeit der Räumlichkeit der Natur in ersten naturwissenschaftlichen Sinne. Alles notwendige Anfangsuntersuchungen, Texto D 17 (1934). En Marvin Farber (ed.), Philosophical Essays in Memory of Edmund Husserl, Cambridge (Mass.) 1940; pp. 307-325. Traducción francesa: L´arche-originaire Terre ne se meut pas. Recherches fondamentales sur l´origine phénoménologique de la spatialité de la nature, trad. D. Franck, en La Terre ne se meut pas, Minuit, Paris 1989. Traducción española: La Tierra no se mueve, trad. Agustín Serrano de Haro, Facultad de Filosofía, Universidad Complutense, Madrid 1995.

[5] Merleau-Ponty, M. «Husserl aux limites de la phénoménologie» (resumen del curso del lunes, en el Collège de France), Annuaire du Collège de France, 60º año, pp. 169-173; recogido en Résumés de cours 1952-1960, Gallimard, París, 1968, pp. 159-170.

[6] Merleau-Ponty, M. «Le philosophe et son ombre», en Edmund Husserl 1859-1959, ed. H.-L. Van Breda y J. Taminiaux, Martinus Hijhoff, La Haye 1959, «Phaenomenologica», nº4, pp. 195-220; recogido en Signes, Ed. Gallimard, Paris 1960, pp. 259-295.

[7] Merleau-Ponty, M. o. c. pp. 272

[8] Bech, J. M. Merleau-Ponty: una aproximación a su pensamiento, Ed. Anthropos, Barcelona, 2005; p. 61.

[9] Merleau-Ponty, M. Notes de cours 1959-1961, Gallimard, París, 1996, pp. 269-352.

[10] «[…] un estado de pura contemplación, de apertura a la intuición, que nos lleva a perdernos en el objeto y a olvidarnos de cualquier individualidad, superando el conocimiento regulado por el principio de razón suficiente», en Schopenhauer, A. Lecciones sobre metafísica de lo bello, Lección VIII, Sobre el componente subjetivo del placer estético, trad. Manuel Pérez Cornejo, Publicaciones de la Universitat de València, Valencia 2004, p. 150.

[11] Merleau-Ponty, M. «Le philosophe et son ombre», en Signes, Ed. Gallimard, Paris 1960, pp. 281-282.

[12] Álvarez Falcón, L. «Comunidad, historia y sentido», en IX Congreso Internacional de Fenomenología, Segovia, España, 2009 (En prensas).

[13] Merleau-Ponty, M. «Philosophie et non-philosophie depuis Hegel», en Notes de cours 1959-1961, Gallimard, París, 1996; p. 312.

[14] Patoĉka, J. «El subjetivismo de la fenomenología husserliana y la posibilidad de una fenomenología asubjetiva» y «El subjetivismo de la fenomenología husserliana y la exigencia de una fenomenología asubjetiva», en El movimiento de la existencia humana, Ediciones Encuentro, Madrid, 2004; pp. 93-135.

[15] Merleau-Ponty, M. o. c., p. 275.

[16] Husserl, E. Analysen zur passiven Synthesis. Aus Vorlesungs- und Forschungsmanuskripten, 1918-1926. Edited by Margot Fleischer. The Hague, Netherlands: Martinus Nijhoff, 1966.

[17] Husserl, E. Zur Phänomenologie der Intersubjektivität. Texte aus dem Nachlass. Erster Teil. 1905-1920. Zweiter Teil. 1921-28. Dritter Teil. 1929-35. Edited by Iso Kern. The Hague, Netherlands: Martinus Nijhoff, 1973.

[18] Husserl, E. Ding und Raum. Vorlesungen 1907. Edited by Ulrich Claesges. The Hague, Netherlands: Martinus Nijhoff, 1973.

[19] Husserl, E. Phäntasie, Bildbewusstsein, Erinnerung. Zur Phänomenologie der anschaulichen Vergegenwartigungen. Texte aus dem Nachlass (1898-1925). Edited by Eduard Marbach. The Hague, Netherlands: Martinus Nijhoff, 1980.

[20] Álvarez Falcón, L. Realidad, Arte y Conocimiento. La deriva estética tras el pensamiento contemporáneo, Editorial Horsori, Barcelona, 2009; pp. 173-206.

[21] Barbaras, R. De l´être du phénomène. Sur l´ontologie de Merleau-Ponty, Éd. Jérôme Million, Grenoble, 2001; p. 99.

[22] «Non-Philosophie et Philosophie avec deux inédits sur la musique», en Chiasmi International nº3, Vrin, Mimesis, University of Memphis, 2001 y «Philosophy and Non-Philosophy since Merleau-Ponty», editado con una introducción de Hugh J. Silverman, Noethwestern Univ. Press, 1997.

[23] Saint-Aubert, E. Vers une ontologie indirecte. Sources et enjeux critiques de l´appel à l´ontologie chez Merleau-Ponty, Ed. Vrin, Paris, 2006; p. 61 y ss.

[24] Merleau-Ponty, M. Fenomenología de la Percepción, Ed. Península, Barcelona, 2000; p. 10.

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